Fede García - Redacción de Noticias (FCE)
Fotos: Pirelli/Hungaroring/F1
© 2024 Ferrari Club España
Casi sin darnos cuenta, el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 entra este fin de semana en la segunda mitad de su temporada 2024 con el Gran Premio de Hungría, que en esta ocasión no será la carrera que marcará el parón veraniego obligatorio para los equipos, puesto que la semana siguiente se disputará de forma consecutiva el Gran Premio de Bélgica, que esta vez adelanta su fecha de celebración en busca quizá de una meteorología más favorable.
Tras las dos victorias consecutivas de Mercedes en Austria y Gran Bretaña, los aficionados permanecerán atentos a si finalmente Red Bull y Max Verstappen presentan algún signo de debilidad, aunque el neerlandés se las ha apañado para salir prácticamente indemne de un momento crítico de la campaña, precisamente en el punto en el que parecía que su monoplaza había dado un paso atrás y que tanto Ferrari, como McLaren y Mercedes estaban capacitados para plantarles cara en prácticamente cada una de las carreras. Con 84 puntos de ventaja sobre el segundo, Lando Norris, la brecha, cuando quedan todavía 12 Grandes Premios para finalizar el Campeonato promete ser prácticamente imposible de cerrar.
Para los ingenieros de Ferrari, y a la espera de soluciones definitivas, los dos paquetes probados el viernes en Silverstone se han convertido en "herramientas de configuración", es decir, su uso se evaluará en función de las características de los circuitos. En Hungría, los dos SF-24 estarán configurados con la versión de Barcelona, ya que el Hungaroring sólo tiene una curva (la curva 4) por la que se circula a más de 250 km/h. El problema de los rebotes no existirá, o será muy limitado en comparación con lo visto en Silverstone y en el circuito de Catalunya, un aspecto que permitirá disfrutar de las ventajas de las últimas actualizaciones sin sufrir los inconvenientes.
Escenario diferente será el que nos encontraremos en Spa. En el circuito belga, pilotar un monoplaza que rebote a gran velocidad será un hándicap importante, por lo que es muy probable que en la última parada antes del parón veraniego se desempolve el paquete de Imola, la configuración que se llevó durante la Calificación y la Carrera en Silverstone. El objetivo para Ferrari será limitar los daños en el enfrentamiento con sus rivales directos en la clasificación de Constructores (McLaren y Mercedes), tratando de capitalizar el máximo de puntos posibles, sabiendo que cuentan con una mejora menos que sus rivales.
El difícil momento que atraviesa la Scuderia se pone claramente de manifiesto en la clasificación de Constructores. Tras el Gran Premio de Mónaco, ganado por Leclerc, Ferrari estaba 24 puntos por detrás de Red Bull y 68 por delante de McLaren. Tras Silverstone, la diferencia con Red Bull ha aumentado a 71 puntos, mientras que con McLaren se ha reducido a solo 7 puntos. El panorama parece poco alentador, pero en la Gestione Sportiva se está trabajando a marchas forzadas para que el SF-24 vuelva a ser un monoplaza polivalente, esperando que mientras tanto McLaren y Mercedes no terminen alcanzándonos.
Horarios del Fin de Semana:
Los horarios del Gran Premio de Hungría serán los habituales de los eventos disputados en suelo europeo, con todas las sesiones disputadas por la tarde en el Viejo Continente. Así, la jornada de viernes constará de las dos sesiones de Entrenamientos Libres de 60 minutos de duración cada una, estando programada la primera para las 13:30h CET y la segunda a las 17:00h CET.
El sábado por la mañana se celebrará la tercera sesión de Entrenamientos Libres comenzando a las 12:30h CET y la Clasificación que decidirá el orden de la parrilla de salida se disputará a partir de las 16:00h CET. Ya el domingo, será la Carrera la que tomará el protagonismo a partir de las 15:00h CET, con la disputa del Gran Premio de Hungría.
El Circuito y los Neumáticos:
A pesar de que en 1936 se organizó en Hungría un Gran Premio, no fue hasta 50 años después, en 1986, cuando las autoridades deportivas del país lograron volver a poner a Hungría en el mapa del automovilismo mundial, al organizar su primer Gran Premio de Fórmula 1. En un principio se pensó en celebrar el GP por las calles de Budapest, pero finalmente se optó por construir un nuevo circuito en un valle a 20 km de la bonita capital húngara. El circuito de Hungaroring se comenzó a construir en 1985 y el valle permitía a los espectadores tener unas excelentes vistas del circuito, que vio llegar a la F1 en agosto de 1986. Desde entonces, siempre ha estado en el calendario de la F1, y en varias ocasiones ha ofrecido espectaculares carreras.
El trazado tiene una longitud de 4,381km, al que los pilotos deberán dar 70 vueltas para completar la carrera, lo que equivale a una distancia de 306,630 km. Con 14 curvas, 8 de ellas a la derecha y 6 a la izquierda, dispondrá de dos zonas DRS para ayudar a los adelantamientos, algo complicados en este circuito. La primera de ellas la encontraremos en la recta principal, y la segunda inmediatamente después, entre las curvas 1 y la 2 (ambas señaladas en verde en el mapa facilitado por la F1).
La pista magiar es uno de esos circuitos, que si bien no ha traído mucha acción en pista, se convierte en uno de los mayores retos para ingenieros y pilotos a la hora de reglar cada uno de los monoplazas para afrontar sus cambios de altura, su chicane lenta y la curva ciega de izquierdas tras la pequeña recta de atrás.
Durante los últimos nueve meses, el circuito de Hungaroring ha sido escenario de grandes obras, en las que se ha ampliado el paddock, uno de los más estrechos del calendario, reconstruyéndose por completo, al igual que la zona de aficionados situada detrás de la tribuna principal. Desde su construcción, el trazado no había sufrido ninguna actualización, por lo que los responsables del mismo decidieron actualizar y modernizar sus instalaciones en una obra que durará hasta 2026.
"El ritmo de las obras ha sido increíble, al igual que el Hungaroring ha cambiado de una semana a otra…", señala Zsolt Gyulai, Director General del circuito. "Los que vengan al Gran Premio de Hungría verán que el proceso de remodelación, que durará hasta 2026, ha comenzado, y que ha traído cambios espectaculares. Llevo años diciendo que en la nueva era, las necesidades han cambiado, el negocio en torno a la F1 ha cambiado, y los Grandes Premios se ven ahora como un festival de cuatro días, algo a lo que los circuitos tienen que adaptarse".
"Estoy encantado de que hayamos dado el primer paso: se ha ampliado el paddock más pequeño del Campeonato del Mundo, se han construido los dos túneles, se ha reasfaltado la recta de salida/llegada y la zona situada detrás de la tribuna también ha experimentado un cambio radical. No hay edificios abandonados ni en construcción, lo que es importante para permitir una cobertura televisiva impecable. Los responsables de la FOM nos visitaron recientemente y, por sus comentarios, están encantados con lo que han visto".
El circuito de Budapest es uno de los más lentos del campeonato y su carácter ratonero y revirado le ha llevado a ser comparado durante muchos años con Mónaco. Pero, si bien en el circuito urbano la frenada y la tracción priman por encima de todo lo demás, en el caso de Hungaroring la aerodinámica también juega un papel muy importante. La circunstancia que hace de Hungaroring especial es que la mayoría de sus curvas son largas, algo que obliga al monoplaza a girar en apoyo durante mucho tiempo. Al hacerlo, además, a velocidad media, la aerodinámica entra en juego y se convierte en un factor importantísimo a la hora de contar con un monoplaza competitivo en este circuito.
Todo y con eso, para los pilotos es un circuito divertido en el que pilotar, pero el asfalto provoca bastantes quebraderos de cabeza a pilotos y equipos, por la suciedad debido a que la pista no se usa mucho el resto del año, haciendo que el agarre vaya mejorando según se va limpiando y se acumula la goma tras el paso de los monoplazas, y por su temperatura, ya que normalmente hace mucho calor, superando habitualmente el asfalto los 50ºC. El calor también lo hace duro físicamente para los pilotos porque la carrera suele ser muy larga, casi en el límite de las dos horas. Al margen de la recta de 700 metros, el resto es una sucesión de curvas de media y baja velocidad, por lo que la configuración de los coches es de máxima carga aerodinámica, similar a la de Mónaco, lo que permite a los pilotos ser agresivos con sus monoplazas.
El agarre mecánico es muy importante, y los reglajes de la suspensión se ablandan un poco para mejorarlo y para disponer de buena tracción a la salida de las curvas, que obligan al piloto a dosificar continuamente el acelerador. La ausencia de largas rectas, y por lo tanto también de fuertes frenadas, hace que los adelantamientos sean muy complicados. La frenada para la primera curva es la mejor oportunidad, pero el piloto de delante tiene que cometer un error saliendo de la última curva para poder cogerle el rebufo en la recta.
Para el Gran Premio de Hungría, Pirelli pondrá a disposición de los pilotos los compuestos más blandos de su gama de neumáticos. Así, el C3 se utilizará como el duro y lo veremos señalado en color blanco, el C4 que estará marcado de amarillo oficiará de compuesto medio y el C5 que irá de rojo será el blando.
La tracción es uno de los factores más importantes, especialmente en el eje trasero. La degradación puede ser elevada, sobre todo en presencia de altas temperaturas, y las previsiones para este fin de semana no son ciertamente favorables, basta pensar que el año pasado, con 53°C, se registró la temperatura del asfalto más alta de toda la temporada. El sobrecalentamiento, por tanto, es un fenómeno que hay que mantener bajo control, no sólo en carrera, sino también en Clasificación: con el compuesto más blando en la vuelta rápida es esencial poder llegar a las dos últimas curvas de 180° con buen nivel de agarre, tarea nada fácil teniendo en cuenta que las cortas rectas dejan poco tiempo para que los neumáticos respiren.
Hungaroring es un circuito permanente pero poco utilizado, lo que tradicionalmente le convierte en una de las pistas donde las condiciones de adherencia del asfalto evolucionan notablemente a medida que se va engomando. Lo será aún más este año dado que se produjo una interrupción muy prolongada de la actividad debido a las obras de modernización de las instalaciones, cuya primera fase finalizó el pasado mes de mayo. Por tanto, el Graining podría ser protagonista, especialmente en las primeras sesiones.
La última edición de este Gran Premio la ganó Max Verstappen al final de una carrera en la que todos los pilotos habían elegido una estrategia de dos paradas. En la salida, el Medio y el Duro fueron los compuestos más populares pero hubo cuatro pilotos que eligieron el Blando, intentando aprovechar el mayor agarre en la salida, como por ejemplo hizo Carlos Sainz, que ascendió del undécimo al sexto puesto durante la primera parte de la carrera. También este fin de semana se espera que los C3 y C4, sean los protagonistas en carrera mientras que el C5 viva su momento de gloria en la Clasificación.
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