WEC - 6 Horas de Imola - Carrera - Ferrari Club España
WEC - 6 Horas de Imola - Carrera
WEC - 6 Horas de Imola - Carrera
Un error estratégico de Ferrari, regala la victoria a Toyota…
Fede García - Redacción de Noticias (FCE)
Fotos: Ferrari
© 2024 Ferrari Club España
El Circuito de Imola ha regalado en su regreso este domingo la mejor carrera que se recuerde desde la instauración de los Hypercars como categoría reina del Campeonato del Mundo de Resistencia. Un trazado estrecho en el que se complicaban los adelantamientos y el rebasar a los doblados, una pista rodeada de grava y con la lluvia amenazando a cada minuto la competición. Los ordenadores de los estrategas y de los meteorólogos echaban humo, mientras que los pilotos tuvieron que adaptarse cada minuto a las diferentes situaciones que se daban sobre el asfalto.
Las 6 Horas de Imola eran el escenario perfecto para Ferrari. Nuestros muchachos corrían en casa y los tres 499P tenían un ritmo como para soñar con su segunda victoria en la era moderna del WEC tras conquistar Le Mans, ahora ante su público. Sin embargo, todo se dio la vuelta cuando la lluvia empezó a caer sobre el Autódromo Enzo e Dino Ferrari. Una mala decisión estratégica por parte de Ferrari regaló la victoria final a Toyota, con el #7 de Mike Conway, Kamui Kobayashi y Nyck de Vries cruzando primero la meta.
Con los tres Ferrari 499P LMH partiendo al frente del pelotón y todo el mundo sabedor de que cualquier toque en la primera frenada o la chicane iba a suponer un toque en cadena. Así sería y una colisión múltiple se producía entre uno de los Peugeot (el #94), el Isotta Fraschini, el BMW #15 y el Alpine #36. Nada más comenzar, salía el Safety Car y los dos Ferrari oficiales se mantenían por delante del #83 privado de AF Corse.
Una vez que se reiniciaba la carrera tras el Safety Car y tras el primer stint, el Ferrari #51 pasaba a gestionar la carrera desde la primera posición. Se perdía en el grupo el Ferrari #50 tras una parada lenta, así como el #83 por un Drive Through por una infracción en uno de los periodos de Full Course Yellow que salpicaban el primer tercio de carrera. Con todo, a mitad de la prueba los dos Ferrari oficiales volvían a estar al frente y James Calado y Miguel Molina incluso pujaban por el liderato en un bonito duelo.
Sin embargo, esta posición de dominio se desvanecía en la cuarta hora de carrera. La lluvia hacía acto de presencia en Imola y Ferrari decidía mantener a sus tres 499P en pista con neumáticos slicks sobre un asfalto cada vez más mojado. Según sus previsiones se trataba de una lluvia pasajera que al final no lo fue, y cuando quisieron reaccionar, parte de sus rivales habían puesto ya las gomas de lluvia, ganando mucho terreno. Toyota llevaba a sus dos coches a boxes para montar neumáticos de lluvia, mientras que Porsche dividía estrategia y metía al #6.
Nadie pudo comprender cómo Ferrari dejó a sus prototipos tanto tiempo en pista precisamente cuando la lluvia empezaba a caer con fuerza el Autodromo Enzo e Dino Ferrari. Miguel Molina al volante del 499P #50 trató de defenderse como buenamente pudo esperando que las previsiones que tenía Ferrari de que las precipitaciones no durarían mucho se cumplieran. Mientras tanto, el Toyota #7 fue dando pasos hacia delante para recortarle el terreno ya con las gomas de mojado montadas.
Ahí se empezó a construir la victoria conseguida por Kamui Kobayashi, Mike Conway y Nyck de Vries. El movimiento tardío de Ferrari y la gestión de la carrera hasta que la pista volvía a estar para montar slicks dibujaban una carrera completamente diferente, casi como una prueba al sprint de una hora. A la entrada de esta última hora de carrera, Kamui Kobayashi estaba al frente con el Toyota #7 con una ventaja de 10 segundos sobre Kévin Estre, todo a costa de entrar dos giros antes a boxes. Kobayashi se veía así obligado a ahorrar energía durante el último stint para evitar una última parada.
Kévin Estre presionaba con el Porsche #6 y conseguía llegar a espaldas de Kobayashi. No lograba el francés adelantarlo, aunque por momentos el tráfico jugaba a favor del piloto de Toyota. Y es que durante toda la carrera en Imola la gestión de los doblajes fue bastante compleja, con más de un capítulo delicado. Por esta razón y por la sanción de 5 segundos que tenía el Porsche #6 frenaban el impulso final de Estre y el coche de los líderes del Campeonato se quedaba en segunda posición.
Matt Campbell conseguía llevar el Porsche #5 a meta para subir al podio en una carrera que a simple vista no era con viento a favor para la firma de Stuttgart, pero donde ha logrado un gran resultado que respalda su gran inicio de año en Qatar. Por el contrario, Ferrari se iría sin premio de Imola tras dominar los tres libres y la Clasificación. De hecho, el Ferrari #50 de Molina, Fuoco y Nielsen lograba finalizar cuarto tras acabar a 31 segundos del líder, después de que Antonio Fuoco, en un último stint superlativo, conseguía superar al Toyota #8 de Brendon Hartley en las últimas vueltas.
Decepción entre los “tifosi” presentes en el circuito al ver cómo por un error estratégico, Ferrari dejaba escapar ese triplete provisional con el que comenzaron la carrera para conformarse finalmente con un Top5. El BMW #20 de Van der Linde, Frijns y Rast terminó sexto, seguido por los dos Ferrari, primero el #51 oficial de Pier Guidi, Calado y Giovinazzi y del 499P #83 de AF Corse pilotado por Ye, Kubica y Shwartzman, que quedaron octavos de la general y con la primera posición de la Copa del Mundo reservada a los vehículos privados, por delante de los Porsche de Jota.
Completaron las diez primeras posiciones el Peugeot 9X8 LMH #93 de Vergne, Muller y Jensen que llegó a temer un abandono por un problema puntual con la caja de cambios, mientras que Cadillac llegó al décimo puesto con la unidad compartida por Lynn y Bamber. Si el sábado Peugeot se mostró decepcionada por su posición en Clasificación, la novena plaza conseguida por el nuevo prototipo francés sigue pareciendo un premio demasiado corto para el esfuerzo aplicado durante los últimos meses en mejorar las prestaciones y fiabilidad del 9X8 original, a la espera de ver si en Spa y Le Mans, escenarios en los que deberá ser más competitivo el Peugeot, nos saque de dudas.
Los Porsche privados de Jota terminaron 11º y 14º en un fin de semana en el que han sido especialmente protagonistas por los rumores que relacionan a la estructura con los Cadillac que en 2025 cambiarán de manos, mientras que el Lamborghini SC63 de Kvyat, Vortolotti y Mortara llegaron 12º por delante del Alpine #35 de Gounon, Milesis y Chatin.
Entre los LMGT3, BMW ha completado un fin de semana excelente después de lograr el doblete. El equipo WRT tiró de galones y de su gran trayectoria en todo tipo de carreras GT3 y daba un auténtico recital estratégico. Poco importó que el Porsche #92 hubiera llevado el peso de la carrera hasta la aparición de la lluvia. Los GT3 tienen un pilotaje menos delicado que los hypercar en mojado y eso provocó una gran división en la monta de neumáticos.
Aprovechando las características naturales del BMW M4 GT3, el Team WRT dejó sus dos coches en pista a diferencia de Manthey con el Porsche #92, AF Corse con sus Ferrari o TF Sport con los Corvette. Mantener sus dos coches sobre el asfalto con slicks sirvió para que los dos BMW se jugaran la carrera entre ellos. Un duelo en el que al final se impuso Augusto Farfus con el BMW #31 sobre el #46 de Maxime Martin, penalizado con un Drive Through.
Un doblete para BMW y el Team WRT que para los aficionados locales hubiera sido mejor en orden inverso, ya que en el #46 compite un Valentino Rossi que en cualquier caso ya tiene su primer podio en el WEC. La tercera posición fue para el Porsche #92, aunque con una vuelta perdida sobre los dos coches de BMW tras tener que volver a boxes para poner slicks.
Por parte de los Ferrari, todo y partir desde la octava posición de la parrilla, el 296 LMGT3 #55 de François Heriau, Simon Mann y Alessio Rovera, alcanzó las primeras posiciones gracias al buen comienzo del francés. A lo largo de la carrera, complicada también por la llegada de la lluvia, el Ferrari de Vista AF Corse se mantuvo constantemente entre los diez primeros puestos, consiguiendo en un excelente último stint del piloto oficial Alessio Rovera, el cuarto puesto final, además de lograr la vuelta rápida de carrera entre los GT3 con un tiempo de 1’42’’257.
En cambio el coche gemelo del equipo con el dorsal #54, tras verse retrasado en las primeras horas, logró recuperar posiciones en los tramos finales caracterizados por la lluvia y el positivo segundo stint de Thomas Flohr y de sus compañeros Francesco Castellacci y Davide Rigon. El piloto oficial de Ferrari, Davide Rigon, llevó el coche a la meta en la duodécima posición de su categoría tras completar 184 vueltas de carrera.
Un espectáculo increíble durante las 6 horas que duró la carrera, todo ello con la fiel afición italiana poblando las gradas y dando una cifra nada despreciable de 73.600 espectadores presentes en Imola. La demostración perfecta de que el WEC se merece tener el foco de atención en solitario durante los fines de semana, pero que los sobrecargados calendarios de las principales competiciones están limitando muchísimo el aumento de sus audiencias. Por si fuera poco, circuitos como estos hacen más vibrante la competición y demuestran a la perfección lo difícil que es llevar al límite estos LMH y LMDh.
