Fede García - Redacción de Noticias (FCE)
Foto: Sutton images
© 2023 Ferrari Club España
Ferrari ha cambiado sus planes para el Gran Premio de la Emilia Romagna. El mal tiempo que acompañará a todo el fin de semana en el circuito Enzo e Dino Ferrari de Imola, parece que hará que los equipos no introduzcan demasiadas novedades en Imola, posponiendo sus mejoras a Barcelona. Por ello, en la reunión técnica para preparar la primera cita de la gira europea, se ha tomado dicha decisión teniendo en cuenta la meteorología.
En la región donde se disputará la carrera se han cerrado las escuelas como medida de precaución debido a la alerta, y Protección Civil ha evacuado el personal de la F1 del circuito por el desbordamiento del río Santerno, que pasa junto al trazado, pero el fenómeno parece que remitirá en los próximos días, por lo que el Gran Premio seguirá su curso. La Scuderia, por lo tanto, prefiere no precipitarse, echando por tierra un paquete de actualizaciones sobre el que se trabajará toda la temporada, puesto que los ingenieros dirigidos por Enrico Cardile, piensan que no tendría sentido estrenar la tan esperada suspensión trasera si los entrenamientos libres se celebraban sobre un asfalto variable o mojado. Obviamente, el SF23 se adaptará a las características de la pista, que exige un compromiso entre la primera sección rápida y las otras dos, donde hay curvas más lentas e incluso una larga recta.
Para Imola se ha introducido una pequeña modificación en el fondo que habría dado resultados muy positivos en las simulaciones, y se trata de una versión intermedia a la espera de que llegue a Barcelona el fondo más evolucionado con vientres cónicos en la parte inferior de los laterales. Este fin de semana hay dos elementos que no incitan a presentar evoluciones. La introducción de los nuevos neumáticos Cinturaro de agua, que por primera vez no se calentarán con mantas térmicas, y el experimento de la clasificación, en donde los pilotos solo podrán usar los duros en la Q1, los medios en la Q2 y los blandos en la Q3. Aunque con la presencia de la lluvia, quizá este nuevo formato de Clasificación deberá posponerse para un fin de semana de seco.
Para evitar sorpresas, por lo tanto, será crucial deliberar sobre una puesta a punto que permita transferir mucha energía a las gomas para meterlas en la ventana de funcionamiento ideal, y ya sabemos lo mucho que sufre el SF-23 con la degradación según pasan las vueltas. Ferrari, en definitiva, buscará optimizar el material que tienen, tratando de explotar el potencial que sus monoplazas tienen en la clasificación, en un circuito tan estrecho en donde no es sencillo adelantar, esperando a Barcelona para presentar el paquete completo de novedades.
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