Redacción de Noticias (FCE) - Foto: Ferrari
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FIA y ACO han convertido en tradición ajustar los niveles de rendimiento de los participantes de las 24 Horas de Le Mans cuando la acción en pista ya ha comenzado. No por habitual deja de ser algo digno de analizar, sobre todo cuando se hacen cambios que después se revierten. Es lo que ha sucedido en la 90.ª edición de la clásica de la resistencia francesa, toda vez que se han realizado hasta tres ajustes del “Balance of Performance”, dos de ellos con la prueba ya en marcha. Los protagonistas vuelven a ser el LMP1 de Alpine y los Ferrari 488 GTE Evo.
Antes del inicio del FP1 se publicó un boletín con un primer ajuste del “BoP” en relación al que se aplicó en el test oficial. Los Ferrari de la clase LMGTE-Pro y de la clase LMGTE-Am recibieron una reducción de la presión del turbo y de la capacidad máxima del depósito de combustible, así como un cambio en el ángulo del alerón trasero. Tras la primera jornada de actividad en pista, FIA y ACO publicaron una nueva actualización de la tabla del '’BoP'’ que concedía 7 kW de potencia extra al Alpine A480-Gibson, así como 11 MJ adicionales por stint.
Fruto de esta actualización, el LMP1 de Alpine terminó en tercera posición en la hyperpole, no muy lejos de los Toyota GR010 Hybrid. Sin embargo, la mejoría mostrada por el prototipo de la firma francesa, cercana a los cinco segundos, no parece estar ligada al aumento de potencia aplicado, lo que ha obligado a FIA y ACO a publicar un tercer boletín, corrigiendo las decisiones anteriores. Correcciones que afectan tanto a la potencia del Alpine como al descenso de la presión del turbo de los Ferrari.
En una nueva actualización en la que se ha dado un paso atrás, casi todo ha vuelto al punto de origen o a un escenario muy cercano. De hecho, el LMP1 de Alpine ha perdido 10 kW de potencia para la carrera tras ganar 7 kW antes de la hyperpole. Además, se ha reducido la asignación de energía por stint en 32 MJ. En este movimiento hacia delante y hacia atrás, el Alpine A480 debería presentar un nivel prestacional inferior al que tuvo en la lucha por la pole y similar al que tuvo en el test oficial.
Por su parte, los Ferrari 488 GTE Evo recuperan el pulso con el nuevo ajuste del “BoP”. Tras iniciar el evento con una reducción de la presión del turbo y ver como la capacidad del depósito de combustible decrecía en tres litros en el ajuste del miércoles, ahora los GTE de Maranello recuperan parte de las prestaciones perdidas. En el ajuste del “BoP” de este viernes, los Ferrari han visto como la presión del turbo vuelve a crecer, aunque no se ha vuelto atrás en la reducción de la capacidad del tanque de combustible.
De este modo Ferrari recuperará parte de su competitividad perdida injustamente, frente a Aston Martin, Porsche y Chevrolet, a la hora de afrontar la difícil prueba que representa completar la carrera más difícil de la temporada, en las dos clases GT.
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