El Ferrari Club España organizó para el segundo fin de semana de junio, una salida a Cuenca, para visitar los monumentos y la historia de una de las provincias más bonitas de nuestro país.
El Parador de Alarcón fue el lugar elegido para nuestra estancia el primer día, por sus más de 13 siglos de historia, que nos transportaron a la Edad Media a través de su monumentalidad, más evidente en la Torre del Homenaje, y de sus elegantes textiles rojos y naranjas. Sobre un meandro del río Júcar, en lo alto del peñasco Pico de los Hidalgos, como si fuese un nido de águila, el Parador se asoma a uno de los pueblos más bonitos de España, Alarcón, declarado Conjunto Histórico Artístico por su belleza y su armonía, es pequeño y encantador.
El viernes por la tarde los socios participantes fueron llegando al Parador de Alarcón, y una vez realizado el Check in, se instalaron en sus respectivas habitaciones. A las 21h nos reunimos en la recepción para pasar a continuación al restaurante del hotel, donde se nos sirvió la cena.
Al día siguiente y después de desayunar, salimos en ruta con nuestros Ferrari dirección al Monasterio de Uclés. A medio camino entre Cuenca y Madrid, sobre la ladera de una empinada colina, se alza Uclés, una hermosa villa de orígenes celtíberos y romanos que parece anclada en el pasado. Rodeada por los restos de sus murallas, sus torres, siempre vigilantes, observan inmutables el transcurrir de los siglos.
Y en la cumbre, sobre un cerro que tiene a sus pies el pueblo y el río Bedija, se levanta el Monasterio de la Orden de Santiago, un conjunto monumental extraordinario a la par que majestuoso, al que se ha dado en llamar con acierto "El Escorial de La Mancha".
A nuestra llegada nos esperaba un guía que nos hizo una completa visita guiada, que nos puso al día de su historia y arquitectura, realizando un recorrido por sus distintas salas y las capillas de la Iglesia mayor del Monasterio. Después de la visita nos dirigimos hasta la localidad de Villalba de la Sierra, para comer en el Restaurante Mesón Nelia.
Finalizado el almuerzo, pusimos rumbo a Cuenca, para alojarnos en el Hotel NH Ciudad de Cuenca, donde nada más llegar realizamos el Check in, para dejar nuestros equipajes en nuestras respectivas habitaciones, y salir con taxis hasta el parking del Castillo, junto al punto de información turística, y realizar una Visita guiada al casco antiguo de Cuenca y al Museo de Arte Abstracto.
Concluidas las visitas, regresamos de nuevo en taxi hasta nuestro hotel, para recoger nuestros Ferrari y desplazarnos hasta el Restaurante El Figón de Huecar, un establecimiento con unas privilegiadas vistas sobre la hoz de Cuenca, donde celebramos la cena.
El domingo por la mañana y después del desayuno en el hotel, concluiría el evento.
Texto: Fede García
Fotos: Juan Manuel Escalante