El clásico viaje a Maranello que el Club organiza cada año para visitar la Fábrica Ferrari, comenzó esta vez en Ferrari Land, el parque temático dedicado al Cavallino Rampante ubicado en Port Aventura, en Salou, en la provincia de Tarragona, donde celebramos un Family Day pensado para la familia.
Con un día variable, a ratos con Sol y otros con lluvia, pudimos disfrutar de las atracciones del parque hasta la hora de comer, cuyo almuerzo se nos sirvió en uno de sus Restaurantes temáticos, para luego entrar con nuestros Ferrari al recinto de Ferrari Land y dar una vuelta por sus calles, para deleite del público que allí se encontraba.
Finalizado el desfile con nuestros coches, celebramos un Campeonato con los Simuladores de Fórmula 1 entre todos los socios, donde pudimos demostrar nuestras habilidades al volante de los monoplazas rodando por los más emblemáticos trazados del mundial. Concluido el Campeonato, aprovechamos el resto de la tarde para disfrutar del resto de atracciones, hasta casi la hora de la cena que nos sería servida en el Restaurante Pica Pica, para finalizar la jornada en el Hotel PortAventura, donde pasaríamos la noche.
El domingo a primera hora de la mañana, salimos del Hotel PortAventura en convoy dirección al Col de la Bonette, en Francia. Durante el trayecto hicimos algunas paradas de descanso y también para comer, llegando a nuestro destino, el Hotel Villa Morelia, en la localidad de Jausiers, Francia, sobre las 19h. Una vez dejamos nuestros equipajes en las habitaciones y descansado del viaje, se nos sirvió la cena en el restaurante del mismo hotel.
El lunes bien temprano, proseguimos nuestro viaje esta vez como punto de destino Italia, dirección al Hotel Billia, en Saint-Vincent, donde nos hospedaríamos. Por el camino paramos a comer en el Restaurante Antica Corona Reale, en Cervere, ya en tierras italianas. Sobre las 19h llegamos a nuestro punto de destino, que los próximos días oficiaría como base desde la que realizaríamos distintos itinerarios con nuestros Ferrari, por los espectaculares paisajes alpinos del Valle de Aosta. Sobre las 21:30h se nos sirvió la cena en el Restaurant La Grande Vue en el mismo Hotel Billia.
El martes y después de desayunar en el Hotel, salimos dirección a Courchevel, subiendo por el Passo Piccolo de San Bernardo, donde hicimos una parada, para luego continuar por Bourg St-Maurice hasta llegar a Courchevel, donde se encuentra el Altiport de Courchevel, un aeropuerto de montaña desde el que se disfrutan unas vistas extraordinarias. Después de almorzaren en el Restaurante Le Farçon, en Courchevel, regresamos al Hotel Billia pasando por las preciosas carreteras del Valle de Aosta. Después de un reparador descanso en nuestras habitaciones, nos reunimos en el hall del Hotel, para salir dando un paseo hasta el Restaurant Olympic, donde disfrutamos de una magnifica cena.
El miércoles pusimos rumbo hacia Thonon–Les–Bains, en una bella ruta en la que cruzamos por el Passo Gran San Bernardo, donde hicimos una parada. Desde allí nos dirigimos hacia el Chateau de Ripaille en Thonon-Les–Bains, al que llegamos hacia el mediodía. Después de una visita guiada al palacio, almorzamos en el mismo Chateau. Por la tarde regresamos al Hotel Billia, en Saint-Vincent, en el que pudimos descansar y relajarnos después de la intensa jornada de conducción. Por la noche cenamos en el Restaurant 1908 del mismo Hotel.
El jueves por la mañana y después de cargar los equipajes en los Ferrari, salimos dirección a la localidad de Courmayeur, donde cogeríamos el teleférico para subir al Monte-Bianco o Mont Blanc, que con una altitud de 4.810m es el pico más alto de Europa. La ascensión en teleférico por la parte italiana, cuyas cabinas giran 360 grados a lo largo del recorrido, nos ofreció una vista completa de las cumbres circundantes, hasta llegar al espectacular mirador de la Punta Helbronner situado a 3.466m, desde el que se puede admirar desde su terraza circular suspendida, una panorámica inigualable del Mont Blanc, el Monte Rosa, el Cerino, el Gran Paradiso y el Grand Combin.
A primera hora de la tarde y después de descender del Monte-Bianco, almorzamos y pusimos rumbo hacia Maranello, para llegar al Hotel Best Western Modena Resort, situado en la pequeña localidad de Formigine, al que llegamos a última hora de la tarde. Después de hacer el Check In, nos reunimos en la entrada del hotel con el resto de socios que se nos unió llegados desde España para la visita a Fábrica, para dirigirnos a cenar al Ristorante La Gazzella, en las afueras de Maranello.
El viernes por la mañana nos dirigimos a la Fábrica Ferrari, donde realizamos una visita guiada a sus instalaciones, pudiendo ver de cerca las distintas fases de producción y montaje de nuestros deportivos favoritos, completando la visita con la entrada a la nueva Gestione Sportiva, donde se montan y evolucionan los monoplazas de Fórmula 1 del Cavallino.
Completada la visita nos acercamos al Ristorante Il Cavallino donde se nos sirvió el almuerzo, y al finalizar, y gracias a la amistad que nos une con los responsables del establecimiento, pudimos acceder a un salón privado que el restaurante tiene reservado para ocasiones muy especiales, en donde se guardan distintos obsequios de clubes Ferrari de todo el mundo, donde destacaba una botella de Rioja que nuestro Club les obsequió en 1984 y que aún la tienen expuesta. Después de unas fotos de grupo que nos hicimos en la entrada como recuerdo, visitamos el mítico taller mecánico Toni Auto, situado justo en frente de la Fábrica, en donde su propietario, Silvano Toni, nos recibió y mostró algunas de las joyas que en aquellos momentos estaban en manos de sus operarios.
Y desde allí, y dando un paseo, nos acercamos hasta el Museo Ferrari, en cuya plaza situada junto a la entrada, estacionamos nuestros Ferrari. La muestra estaba dedicada a los 90 años de historia de la Scuderia Ferrari, con varios modelos Alfa Romeo de competición, pertenecientes a los primeros años de existencia la Scuderia, allá por los años 30, y cuya sede se encontraba en el Viale Trento Trieste nº13 de Módena, así como varios modelos actuales e Hipercars. Finalizada la tarde regresamos al hotel para descansar y salir hacia las nueve de la noche al Ristorante Montana, donde degustaríamos su magnífica cocina elaborada por las manos expertas de Mamma Rosella.
Y el sábado pondríamos fin a nuestra estancia en Italia, no sin antes acercarnos hasta Módena, para visitar el espectacular Museo Enzo Ferrari, construido junto a la casa natal del Commendatore, donde disfrutamos de una magnífica exposición de modelos de distintas épocas, y de sus ya míticas proyecciones audiovisuales, que llegan siempre al fondo de los corazones de los más ferrarístas. Y para poner el broche de oro a nuestro paso por la Meca de Ferrari, que mejor que despedirnos con un sensacional almuerzo en el Ristorante Pizzeria "Vecchia Pirri", un lugar con mucha historia y mucho encanto en el centro histórico de Módena, en donde Piero Ferrari siempre tiene reservada una mesa.
Texto: Fede García
Fotos: Josep Rodríguez y Miguel Campos