El segundo fin de semana de noviembre se celebró la tercera edición del encuentro Ferrari en la Rioja Alavesa, organizado por Supercars Paddock Rioja y la colaboración del Ferrari Club España.
Como en las ediciones anteriores, el lugar de concentración fue el Hotel Villa de Laguardia, en pleno corazón de la Rioja Alavesa. En este mismo establecimiento celebramos la cena de bienvenida, después de un picoteo en la pequeña bodega del restaurante.
El viernes por la mañana iniciamos una ruta de montaña aprovechando la belleza del otoño, hasta llegar a la Torre de Loizaga. Es un lugar que parece sacado de un cuento, que alberga una de las mejores colecciones de Rolls-Royce del mundo, con todos los modelos fabricados entre 1910-1998.
La Torre de Loizaga fue reconstruida a partir de las ruinas de una torre de defensa del siglo XIV por Miguel de la Vía, creador y fundador del actual conjunto arquitectónico y de la Colección de Coches Clásicos y Antiguos Miguel de la Vía - CMV.
Durante 30 años logró reunir todos los modelos fabricados por la casa Rolls-Royce desde sus inicios hasta su adquisición, por un grupo automovilístico alemán. A los 45 modelos de Rolls-Royce hay que añadir una treintena de valiosos coches clásicos y modernos que completan una magnífica selección, de imprescindible visita para todos los amantes del motor, del arte y de la naturaleza.
Fuimos recibidos por José Ángel, el responsable del mantenimiento de los vehículos de la colección y por su hijo David, que lleva desde los 7 años trabajando con autentica pasión heredada de su padre por los coches clásicos. David nos guío durante la visita a la colección de forma muy amena contándonos un montón de anécdotas y respondiendo a todas nuestras preguntas y dudas. Terminamos la visita ya dentro de la torre, con los modelos más antiguos de la colección y una vez allí, Patricio Careaga tuvo la deferencia para con nosotros, de enseñarnos el interior de la Torre que no está abierta al público y nos invitó a tomar un aperitivo en uno de los majestuosos salones.
Justo antes de marchar, se acercó a saludarnos María López - Tapia de la Vía, sobrina de Miguel de la Vía y actual responsable del museo.
Tras una breve ruta hasta el centro de Balmaseda llegamos a la siguiente parada, el Hotel Convento San Roque en Balmaseda, un antiguo convento de monjas de clausura del siglo XVII, reconvertido hoy en un fabuloso hotel y un restaurante cuyo comedor principal se ubica en el antiguo refectorio del monasterio.
Al finalizar la deliciosa comida y una breve sobremesa, volvimos a Laguardia. Hubo quien aprovechó para descansar y otros disfrutaron del Spa del hotel. A partir de las 10 de la noche disfrutamos de la cena en el Complejo Villa Lucía.
Al día siguiente, el punto de encuentro se ubicó en el Complejo Villa Lucia donde nos reunimos el mayor número de automóviles de todo el fin de semana. Una vez que estuvimos todos, y después de las fotos de recuerdo, salimos a disfrutar de una pequeña ruta entre viñedos hasta llegar a la bodega Ysios.
En una de las mejores zonas de Rioja Alavesa se asienta esta bodega modernista realizada con el espectacular diseño del arquitecto Santiago Calatrava. El edificio con forma de ola, está integrado en el paisaje, y si se observa desde el aire, la bodega junto con el acceso, recuerda a una copa de vino.
Posteriormente de la visita guiada a la bodega, hicimos una cata de sus vinos en una de las salas superiores del edificio. Allí, a través de su cristalera, hay unas bonitas vistas de Laguardia, situada justo enfrente.
Finalizada la visita y tras el pequeño almuerzo nos fuimos hasta la cercana localidad de Briones, para degustar una tradicional comida en la bodega Vivanco. El menú compuesto por patatas con chorizo, bacalao y lechazo, lo degustamos disfrutando de las bonitas vistas a los viñedos y la sierra de Cantabria, que nos dejó unas bellas imágenes en cuanto salió el sol de entre las nubes.
Después de la sobremesa, algunos regresaron a sus lugares de origen y el resto regresamos al hotel de Laguardia. Hasta la hora de la cena algunos aprovecharon el tiempo libre y se acercaron al Wine Oil Spa del hotel para recuperar fuerzas. El broche final al fantástico fin de semana lo puso la cena de gala en el Espacio Gastronómico Villa Lucía, donde se nos entrego una botella de vino personalizada para este evento.
El domingo por la mañana y tras el desayuno, los participantes que se quedaron a pernoctar en el hotel volvieron a sus lugares de origen.
Texto y Fotografías: Sergio Calleja Carcedo
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