El fin de semana del 15 al 18 de Marzo, se celebró el II Encuentro Ferrari Ribera del Duero, organizado por Supercars Paddock y la colaboración del Ferrari Club España.
Casi una veintena de Ferrari llegados de varios puntos de España, junto con varios Maserati cedidos por el Grupo Julián, Concesionario Oficial de la marca en Burgos, que participaron con nosotros en algunos momentos en el Encuentro.
El jueves 15 de Marzo por la tarde, comenzaron a llegar al fabuloso Hotel Landa los primeros participantes, junto a los que celebramos una cena de bienvenida en el restaurante del hotel.
El viernes por la mañana llegaron varios participantes más, con los que realizamos la primera ruta por las bellas carreteras cercanas a Burgos, realizando una parada en el bello Monasterio de San Pedro de la Cardeña hasta llegar a la primera visita del día: La nueva planta de Campofrío, inaugurada hace menos de dos años después del terrible incendio que la destruyó por completo en 2014.
Una vez dentro de la planta, tuvimos que equiparnos con un completo equipo para garantizar la normativa higiénica de acceso a fábrica, y separarnos en dos grupos para hacer más cómoda la visita. A todos nos sorprendió el gran nivel de tecnificación, automatización y uso de las nuevas tecnologías empleado por la multinacional alimentaria.
Antes de finalizar la visita, una breve granizada nos hizo recordar que no habíamos abandonado el invierno, lo que retrasó un poco la foto de grupo frente a las instalaciones. Aprovechamos la breve salida del Sol y nos retratamos junto a la icónica escultura llamada "Indestructible", una obra realizada con escombros de la antigua fábrica, que simboliza la reconstrucción de la planta, y el compromiso de Campofrío con la ciudad y los trabajadores, después de la perdida de la anterior factoría por el destructor incendio de 2014.
Tras un breve desplazamiento hasta el corazón de Burgos, estacionamos nuestros vehículos en la plaza de Santa María delante de la fachada principal de la famosa Catedral gótica y caminamos un poco por el paseo del Espolón, para recibir un coctel de bienvenida ofrecido por Campofrío en el precioso Salón Rojo en el edificio del Teatro Principal. Antes del iniciar el lunch, se hizo entrega de una placa de agradecimiento por parte del organizador de la salida Supercars Paddock y Félix García Gavilán, jefe de Relaciones Públicas, Eventos y Patrocinios de Campofrío a D. José Antonio Antón Quirce, Concejal Delegado de Festejos, Juventud, Participación Ciudadana, Almacenes Municipales y Consumo del Ayuntamiento de Burgos, en representación del Alcalde que por motivos de agenda no pudo venir a la recepción.
Después del almuerzo, volvimos sobre nuestros pasos para visitar la impresionante Catedral de Santa María de Burgos. Iniciamos la visita guiada desde la puerta del Sarmental del siglo XIII, continuamos por la nave principal hasta la capilla del Santísimo Cristo de Burgos, alzamos la vista para ver el Papamoscas, continuamos por Capilla de Santa Ana, Capilla y Retablo Mayor, Crucero donde se ubica la tumba del Cid y Doña Jimena, el Coro, la capilla del Condestable., finalizando la visita en la Capilla de Santa Ana.
Tuvimos que dar otro breve paseo mientras nos refugiábamos de la lluvia, que hizo acto de presencia de camino al restaurante del Hotel Centro Los Braseros, donde pudimos degustar una rica comida tradicional castellana para entrar de nuevo en calor.
Al término del almuerzo volvimos al hotel a descansar de tan ajetreado día. A las 8 de la tarde quedamos en recepción para partir hacia las instalaciones del Grupo Julián. Una vez llegados al concesionario Maserati, varias decenas de aficionados se acercaron a admirar nuestros vehículos. La construcción principal con más de 40.000m2 de superficie, acoge a 18 concesionarios totalmente independientes. Con las ventajas y comodidades que conlleva para el comprador, que en el mismo edificio tiene la mayor variedad de marcas y modelos del mercado. Solamente en el sótano del edifico cuentan con más de 300 vehículos en stock listos para ser entregados.
La jornada finalizó con la cena en el restaurante Los Braseros, a las afueras de Burgos, que al igual que en el encuentro del año pasado, nos permitió cenar rodeados de nuestros coches en el mismo comedor en el que se nos sirvió la cena.
El sábado por la mañana se unieron varios participantes más en el Hotel antes de realizar la ruta hasta el centro de acceso de los yacimientos de Atapuerca (CAYAC), cerca de la localidad de Ibeas de Juarros, en cuyo aparcamiento dejamos nuestros deportivos para coger un autobús que nos llevaría hasta el lugar donde se realizan las excavaciones.
En los yacimientos tuvimos una interesante visita guiada donde se nos explicó, el trabajo que allí se realiza durante un mes al año, y que debido a la gran cantidad de muestras que recogen, tienen material para estudiar durante el resto del año.
Una vez de vuelta en nuestros vehículos, nos desplazamos hasta el Museo de la Evolución Humana en Burgos, estacionando nuestros Ferrari en la zona trasera del museo. Tras un lunch de bienvenida ofrecido por Campofrío, con el que repusimos fuerzas para seguir con la visita al museo diseñado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, de nuevo tuvimos que dividirnos en dos grupos para hacer la visita de forma más cómoda.
Durante el recorrido pudimos conocer más detenidamente el origen del yacimiento de la sierra de Atapuerca, que junto con el museo constituye todo un referente internacional en relación con el proceso evolutivo del hombre en sus aspectos ecológicos, biológicos y culturales en secuencia cronológica. También vimos los fósiles originales extraídos en las excavaciones, así como diez reproducciones hiperrealistas de diferentes especies de antepasados del ser humano.
Una vez finalizada la visita al museo, nos dimos un breve paseo hasta el restaurante del Hotel Centro Los Braseros, el mismo que estuvimos el día anterior, pero que debido al mayor número de participantes tuvieron que ubicarnos en un comedor mayor.
Después de una animada sobremesa y otro breve paseo de vuelta a nuestros vehículos, regresamos al Hotel Landa. Mientras unos se relajaban bajo una bóveda de piedra en la piscina climatizada del hotel y otros descansaban en sus habitaciones, un pequeño grupo de participantes tuvimos una entretenida tertulia en el bar del hotel intercambiando experiencias de nuestra pasión en común.
Esa misma noche, tuvimos el privilegio de cenar en el marco incomparable del Salón Real del Hotel Landa, reservado en exclusiva para nosotros, donde pudimos disfrutar de la tradicional cena de gala que puso el broche final a un fin de semana donde solamente el caprichoso invierno tan largo que hemos sufrido, pudo deslucir un poco la perfecta organización del evento.
El domingo por la mañana y tras el desayuno, los participantes volvieron a sus lugares de origen escalonadamente.
Texto y Fotos: Sergio Calleja Carcedo
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