Fede García - Oficina de Prensa (FCE) - Fotos: Gooding & Company / Archivo
© 2021 - 2023 Ferrari Club España
En 1964 Ferrari fabricó el que sería la primera unidad y el único prototipo del nuevo Ferrari 275 GTB, un ejemplar dotado del número de chasis #06003 que contaba con numerosos elementos experimentales y la primera configuración estética del modelo, el frontal “short-nose”, que tras unas 250 unidades fabricadas del modelo fue modificada a la posterior configuración “long-nose”.
El Ferrari 275 GTB fue el primer modelo de calle de la historia de la marca italiana en contar con una transmisión de tipo transaxle, cuya caja de cambios iba separada del motor y se montada sobre el eje trasero para lograr un mejor reparto de pesos, por lo que el prototipo #06003 pasaba a ser el primer ejemplar de calle de la marca en contar con esta distribución, aunque esta unidad pasó a la historia por un hecho algo más curioso y es que la marca lo puso a prueba haciéndolo competir en el mismísimo Rallye de Montecarlo.
Tras ser ensamblado, el ejemplar #06003 permaneció un tiempo en manos de la marca italiana, que lo empleó extensamente como “mula” de pruebas y de desarrollo y también para eventos y fotografías promocionales, hasta que en mayo de 1965 pasó a manos privadas por primera vez. Curiosamente, fue en ese momento cuando la marca italiana inscribió el modelo en el Rallye de Montecarlo.
No se sabe muy bien cómo o por qué llegaron a hacerlo, pero lo cierto es que lo hicieron y además con apoyo de fábrica, que envió dos furgonetas de soporte al rallye, siendo una de ellas conducida por nada menos que por Lorenzo Bandini. Se dice que la idea original provenía de Eugenio Dragoni y Ugo Gobbato, ejecutivos de Ferrari en ese momento, que querían ver el comportamiento de la nueva trasmisión transaxle en una prueba tan revirada cómo esta. En el caso de Dragoni, este era además fundador y propietario de la Scuderia Sant'Ambroeus con sede en Milán, que fue la que inscribió oficialmente el prototipo en la prueba monegasca.
Según los registros, el vehículo retornó a Ferrari en noviembre de 1965 para un servicio y es en ese momento cuándo fue extensamente preparado para esta prueba. Se realizaron hasta 12.000 km de test con el piloto de la Scuderia Ferrari Mike Parkes y se reforzaron los cristales, el capó y el sistema de refrigeración. Se añadieron las luces auxiliares delanteras, un tercer limpiaparabrisas y un nuevo diferencial. No hay constancia de que el modelo recibiera grandes modificaciones en el chasis o la mecánica, por lo que podemos considerar que el vehículo llegó a Montecarlo con una configuración muy próxima a la de serie.
El vehículo participó en la edición 1966 del Rallye de Montecarlo con los pilotos Roberto Lippi y Giorgio Pianta, siendo este último el que se puso tras el volante. Lamentablemente, el Ferrari amarillo equipado con el número 43 tuvo que retirarse pronto, pero no importaba en absoluto, puesto que la información recogida fue de gran valor para el desarrollo de nuevas unidades. Tras su participación en el Montecarlo nunca más volvió a competir, al menos no en una prueba oficial.
Desde entonces este Ferrari ha permanecido en manos privadas, con múltiples propietarios. El estado del ejemplar es magnífico, se nota que ha sido bien cuidado y además restaurado recientemente. Sin embargo, es sobre todo su naturaleza de prototipo único y su peculiar historial el que lo destaca del resto de unidades del 275 GTB, incluidos otros prototipos, como el Ferrari 275 GTB/4 Prototipo de 1966, la actualización del modelo que estrenó 4 árboles de levas o el también único 275 GTB Speciale de uso personal del mismísimo Battista Pininfarina.
Este ejemplar excepcional que preveía ser vendido entre los 6 y 8 millones de dólares en la subasta que Gooding & Company celebró en Scottdale en enero de 2019, al final no fue vendido porque la puja quedó desierta, pero su encanto para cualquier entusiasta de Ferrari sigue intacto, por lo que no nos extrañaría que en breve volviera a cambiar de propietario.
Información básicas sobre cookies
Una cookie o galleta informática es un pequeño archivo de información que se guarda en tu ordenador, “smartphone” o tableta cada vez que visitas nuestra página web. Algunas cookies son nuestras y otras pertenecen a empresas externas que prestan servicios para nuestra página web.
Las cookies pueden ser de varios tipos: las cookies técnicas son necesarias para que nuestra página web pueda funcionar, no necesitan de tu autorización y son las únicas que tenemos activadas por defecto.
El resto de cookies sirven para mejorar nuestra página, para personalizarla en base a tus preferencias, o para poder mostrarte publicidad ajustada a tus búsquedas, gustos e intereses personales. Puedes aceptar todas estas cookies pulsando el botón Aceptar, rechazarlas pulsando el botón Rechazar o configurarlas clicando en el apartado Configuración de cookies.
Si quieres más información, consulta la Política de cookies de nuestra página web.
Configuración de cookies
Activas siempre
Cookies técnicas
Para que nuestra página web pueda funcionar. Activadas por defecto.
A través de la configuración de tu navegador, puedes bloquear o alertar de la presencia de este tipo de cookies, si bien dicho bloqueo afectará al correcto funcionamiento de las distintas funcionalidades de nuestra página web.
Cookies de análisis
Para la mejora continua de nuestra página web. Puedes activarlas o desactivarlas.
A partir de la información estadística sobre la navegación en nuestra página web, podemos mejorar tanto el propio funcionamiento de la página como los distintos servicios que ofrece. Por tanto, estas cookies no tienen una finalidad publicitaria, sino que únicamente sirven para que nuestra página web funcione mejor, adaptándose a nuestros usuarios en general. Activándolas contribuirás a dicha mejora continua. Puedes activar o desactivar estas cookies marcando la casilla correspondiente, estando desactivadas por defecto.