Los eventos de Navidad que el Ferrari Club España ha estado organizando de forma individual hasta la fecha en distintas regiones de nuestra península, cambiaban en esta ocasión con un evento único celebrado en Segovia, que incluiría la visita a distintos lugares de interés y una Cena de Gala a modo de “fiesta de fin de año”, que fue celebrada con gran entusiasmo por todos los socios asistentes al evento.
La organización de esta cita corrió a cargo de los socios, Juan Manuel Escalante y Juan Tapia, y la estimable colaboración de Félix Buget, que como presidente también del Maserati Owners Club España, aportó la inscripción de numerosos propietarios de Maserati, con los que compartimos pasión a lo largo de todo el fin de semana.
El Hotel elegido para nuestra estancia en Segovia fue el Aurea Convento Capuchinos de cinco estrellas, perteneciente a la cadena Eurostar, magníficamente situado en el centro histórico de la ciudad.
A lo largo del jueves fueron llegando desde distintos puntos de nuestro país, todos los socios de ambos clubes, que fueron alojados en sus respectivas habitaciones, y por la noche nos desplazamos hasta el Restaurante José María, considerado por los críticos gastronómicos en la actualidad, como el mejor establecimiento de Segovia, donde se nos sirvió la cena de bienvenida.
Al día siguiente y después del desayuno en el hotel, salimos en caravana a las afueras de Segovia para visitar los Jardines de la Granja de San Ildefonso, un lugar emblemático, con una gran semejanza con los míticos Jardines de Versalles. Tras la visita guiada a este magnífico lugar, realizada en dos grupos, nos desplazamos hasta las Bodegas Pago de Carraovejas, donde no solo visitamos sus bodegas, sino que además se nos ofreció una degustación de los distintos caldos de su producción, previo al almuerzo que se nos sirvió en el restaurante Ambivium, situado en las mismas instalaciones de Pago de Carraovejas, que cosecha grandes críticas de profesionales y comensales de todas las partes del mundo. El concepto de “Cocina de Terruño” elaborado por el equipo de cocina de Ambivium y encabezado por Marina de la Hoz da la vuelta al sentido tradicional de maridaje ya que en sus fogones es la comida la que marida a las propuestas vinícolas de su carta, con más de 200 referencias de todo el mundo.
Tras una larga sobremesa, regresamos con nuestros deportivos al hotel, para descansar. A última hora de la tarde y antes de ir a cenar, se nos ofreció una visita “nocturna” guiada a los monumentos más emblemáticos de Segovia, como el Alcázar o el espectacular Acueducto romano, monumento icónico por la que es conocida la ciudad en todo el mundo. Tras la visita nos dirigimos al Mesón de Cándido, situado a los pies del Acueducto, donde degustamos el mítico cochinillo asado, especialidad de la casa desde siempre, que fue troceado por las esposas de Félix Buget y Juan Manuel Escalante.
El sábado por la mañana nos dirigimos al Centro Nacional del Vidrio (Real Fábrica de Cristales de la Granja), un espacio singular y único, situado en la Granja de San Ildefonso, en el cual se pueden desarrollar múltiples actividades relacionadas con el mundo del vidrio. Desde visitar el Museo Tecnológico con unas magníficas colecciones de piezas de vidrio, pasando por la demostración real de los trabajos en los hornos, a recibir formación sobre técnicas aplicables sobre el vidrio, o bien adquirir en su tienda un juego de copas o de vasos hechos en la Real Fábrica de Cristales. Todo esto con el objeto fundacional de mantener el Edificio, las colecciones de piezas, y el oficio vidriero, como único sitio de referencia en España, en el sector del vidrio artesanal.
Después de nuestra visita, nos desplazamos hasta Palazuelos de Eresma para visitar las destilerías de la Fábrica de Whisky DYC. En nuestra visita pudimos experimentar cómo se realizan los principales procesos de elaboración del whisky, malteado y destilado de malta y de cereal. Durante la visita guiada conocimos las fases de transformación de la materia prima en lo que los irlandeses y escoceses denominaron uisge beatha o uisce beathadh (agua de vida): el whisky.
Concluida nuestra visita, nos acercamos hasta la finca de nuestro socio, Juan Tapia, conocida como “El Submarino Amarillo”, donde custodia su colección de vehículos clásicos y donde nos había preparado una comida muy especial, en una nave donde suele guardar y exponer su colección de clásicos. En agradecimiento a Juan Tapia, que ofició de excelente anfitrión a lo largo de todo el fin de semana, el Club le obsequió con un reloj de pulsera que le entregó la esposa de Juan Manuel Escalante.
Finalizada la comida regresamos al hotel para descansar y prepararnos para la Cena de Gala que celebraríamos por la noche. Después de reunirnos en la recepción, un autobús nos recogió para llevarnos hasta la Fundación Nacional del Vidrio, donde en una de sus salas se nos sirvió un aperitivo y una cena, preparada por el Restaurante José María, y a continuación el conjunto “El Canto del Bobo”, amenizó la velada con música y baile. De nuevo Juan Tapia, nos preparó una sorpresa que consistió en la instalación de un reloj de campanario, para poder celebrar las 12 campanadas a modo de fiesta de fin de año, que de forma adelantada pudimos disfrutar con todos los presentes, a los que se les entregó un cotillón, además de bailar y disfrutar hasta altas horas de la madrugada.
Al día siguiente se ponía punto y final al evento, con el desayuno en el hotel, y el regreso a nuestros puntos de origen, con el grato recuerdo en nuestras memorias de un fin de semana inolvidable.
Texto: Fede García
Fotos: Sergio Calleja (sportclassiccar.com)