Empezamos el fin de semana con unas horas de conducción en el Circuito de las Arcos, cerca de Logroño. Hizo un tiempo estupendo y las condiciones de la pista excelentes.
Nos alojamos en el hotel bodega Finca Los Arandinos situado en la población riojana de Entrena.
Por la noche acudimos a cenar a la Venta de Moncalvillo donde los hermanos Echapresto nos atendieron con gran cordialidad. Nos dieron un coctel en el huerto que tienen detrás del restaurante, nos sirvieron una cena muy interesante y los últimos rezagados probamos un Viña Real de 1970 y un vino quinado de finales del siglo XX. Memorable.
Por la mañana hicimos una ruta por la zona norte de la Rioja, Navarra y Álava para terminar en Cenicero donde visitamos la bodega centenaria de nuestro amigo Valentín Pascual. La ruta fue la siguiente: Logroño, Los Arcos, Acedo, Santa Cruz de Campezo, Bujanda, Bernedo, Lagran, Peñacerada, El Ciego, y Cenicero.
Antes de la visita arrasamos los dos bares próximos a la plaza donde habíamos aparcado los coches, durante la visita seguimos probando el vino y los embutidos de Cenicero.
Valentín nos preparó una comida típica riojana en un comedor próximo a la bodega. Bebimos y reímos como si no hubiese un mañana.
Después del festival volvimos al Hotel para recomponer nuestro estado de ánimo y prepararnos para la visita a la bodega, nos explicaron cómo funcionaba todo el proceso de producción del vino.
En la cena nos fallaron las fuerzas y no pudimos consumir todo lo que nos propusieron.
El domingo algunos iniciaron el camino de retorno y otros visitamos los monasterios de Suso y Yuso, donde se escribieron las primeras palabras en castellano y euskera.
Comimos en el Portal de Echaurren, en Ezcaray, donde Francis Paniego nos trató con suma amabilidad.
Fin de la salida, y hasta el año que viene.
Texto: Juan Manuel Escalante
Fotos: Sergio Calleja